«Ser nietzscheano», según Michel Onfray

«Ser nietzscheano implica pensar a partir de él, allí donde la construcción de la filosofía quedó transfigurada por su pasaje. Recurrió a discípulos infieles que, por su sola traición, demostrarían su fidelidad, quería personas que lo obedecieran siguiéndose a sí mismas y a nadie más, ni siquiera a él. Sobre todo, no a él.»